Muere fotógrafo al caer más de 30 metros del altura en nuevo deslave

La tragedia golpeó nuevamente a Naucalpan. En menos de 24 horas, la comunidad de San Francisco Chimalpa fue testigo de dos deslaves que, además de destruir viviendas y poner en peligro a los habitantes, cobraron la vida de Jorge Arce Dionisio, fotógrafo de Protección Civil, el hombre no tenía mucho trabajando en esa área, recientemente lo habían cambiado de zona. 

Tras ser arrastrado por más de 30 metros junto a un bombero debido al colapso de tierra y piedras, Jorge fue trasladado de urgencia a un hospital, donde, lamentablemente, falleció debido a la gravedad de sus heridas. Este es solo el capítulo más reciente en una serie de desastres que han afectado a la región en las últimas horas.

La tragedia que sacudió a San Francisco Chimalpa

El pasado 16 de septiembre, fuertes lluvias azotaron la zona alta de Naucalpan, en el Estado de México, desencadenando un deslave que impactó gravemente el Barrio de San Miguel Dorami, perteneciente a la comunidad de San Francisco Chimalpa. El primer derrumbe provocó la pérdida de seis vidas y afectó varias viviendas, entre ellas una casa de madera y lámina que fue sepultada por toneladas de lodo. 

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Entre las víctimas se encontraban familias que residían en una zona vulnerable, en la que la urbanización irregular y la falta de infraestructura adecuada agravan el riesgo de tragedias como esta, sin embargo, esto no fue un impedimento para que la gente acudiera al auxilio de los mismos. 

Apenas unas horas después de que las autoridades arribaron al lugar para evaluar los daños y rescatar a los sobrevivientes, un nuevo derrumbe sorprendió a los equipos de emergencia que seguían trabajando en la zona. Jorge Arce Dionisio, fotógrafo de Protección Civil de Naucalpan, fue una de las víctimas de este segundo colapso, un hombre que dedicó gran parte de su vida a servir a la comunidad y capturar la labor incansable de sus compañeros en momentos de crisis.

El desgarrador incidente: caída de más de 30 metros

En medio de los esfuerzos para prevenir más desastres, Jorge Arce y un equipo de bomberos fueron sorprendidos por un nuevo deslave. Las lluvias constantes habían debilitado aún más el terreno, y una cancha de futbol ubicada en la parte más alta de la comunidad colapsó, lo que desató un deslizamiento de gran magnitud. Según los primeros reportes, el uso de maquinaria pesada en la zona, como una trascavadora, podría haber contribuido a las vibraciones que desencadenaron este segundo deslizamiento.

Jorge Arce y un bombero fueron arrastrados por una avalancha de tierra, cayendo más de 30 metros desde la ladera. Aunque los equipos de emergencia lograron rescatarlos y trasladarlos al Hospital de Traumatología de Lomas Verdes, las heridas sufridas por Jorge resultaron fatales. Su muerte, confirmada poco después, ha dejado un vacío profundo en la comunidad y en el cuerpo de Protección Civil de Naucalpan.

Un hombre dedicado al servicio

Jorge Arce Dionisio, de 52 años, fue un servidor público comprometido que había sido reasignado a la Coordinación de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo en Naucalpan tras trabajar en el Sindicato Único de Trabajadores del Estado y sus Municipios (SUTEyM). 

En su rol como fotógrafo, Jorge documentaba la labor de sus compañeros y las situaciones de emergencia que afectaban al municipio, incluyendo incendios, inundaciones y, en este caso, el desastre natural que finalmente le arrebató la vida.

Su trabajo no solo consistía en capturar imágenes, sino en ser testigo directo de la lucha por salvar vidas y proteger a las comunidades más vulnerables. A pesar de los riesgos que implica estar presente en situaciones tan peligrosas, Jorge siempre estuvo al pie del cañón, listo para brindar su apoyo y registrar la realidad de los desastres que enfrentaba Naucalpan.

Las secuelas del deslave: cinco viviendas en peligro

La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, visitó el área afectada junto con miembros de su gabinete para evaluar los daños y determinar las acciones a seguir. Durante su recorrido, la gobernadora anunció que cinco viviendas en el área de San Francisco Chimalpa se encontraban en riesgo inminente de ser sepultadas debido a la inestabilidad del terreno. 

Las familias que habitaban estas casas fueron evacuadas inmediatamente para evitar más pérdidas humanas. Además, la gobernadora señaló que se realizarán estudios geológicos exhaustivos para evaluar la situación y prevenir futuros derrumbes en la región. Sin embargo, los habitantes de San Francisco Chimalpa, así como de otras colonias cercanas como San Rafael Chimalpa y San Juan Totoltepec, viven con el temor constante de que un nuevo deslave pueda ocurrir en cualquier momento.

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Un contexto de vulnerabilidad

Las tragedias ocurridas en Naucalpan no son un fenómeno aislado. La geografía de la región, caracterizada por zonas montañosas y barrancas, combinada con la falta de planificación urbana y la pobreza que afecta a muchos de sus habitantes, ha hecho que los deslaves y otros desastres naturales sean una amenaza constante. 

En barrios como San Francisco Chimalpa, la urbanización irregular y la construcción de viviendas sin las medidas de seguridad adecuadas aumentan el riesgo de colapsos y derrumbes.

Además, la falta de servicios básicos, como drenaje y sistemas de contención de agua, agrava aún más la situación cuando las lluvias intensas azotan la zona. Durante la temporada de lluvias, estos factores crean una combinación peligrosa que pone en riesgo la vida de cientos de personas que no tienen los recursos para mudarse a áreas más seguras.

Las autoridades responden

Ante la magnitud de los dos deslaves en Naucalpan, las autoridades del Estado de México han movilizado a personal de Protección Civil y a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para brindar apoyo a las familias afectadas y asegurar la zona de peligro. Asimismo, se han establecido refugios temporales para aquellas personas cuyas viviendas están en riesgo de ser sepultadas.

La prioridad, según ha informado la gobernadora Delfina Gómez, es garantizar la seguridad de los habitantes y prevenir más tragedias. Se espera que en los próximos días se intensifiquen las labores de monitoreo del terreno y se realicen trabajos de mitigación para evitar nuevos deslizamientos.

Mientras las autoridades continúan evaluando la situación en San Francisco Chimalpa y otras áreas vulnerables de Naucalpan, la comunidad sigue enfrentando un futuro incierto. Las lluvias no han cesado, y el riesgo de nuevos derrumbes sigue latente. Las familias afectadas por los deslaves de estos últimos días claman por apoyo y soluciones duraderas que les permitan vivir con seguridad.

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